miércoles, 11 de marzo de 2009

Nombre

Creí haber aprendido tu nombre en la palabra.
Pero tu nombre es largo como el siglo;
Poblado de espejos, de números,
De música y maleza.

De la semilla guardada en la tierra del lenguaje,
De la misma semilla del poema,
nació tu nombre.

Ahora sus raíces abrazan mis raíces
Y a la sombra de sus hojas duerme el día.

2 comentarios:

Juan Camilo dijo...

Los nombres son cárceles. Hay que tener cuidado de no quedarse en uno toda la vida y anhelando uno que pero aún

sacuva dijo...

Recrear el fuego y la mancha de una compañía al ser nombrados con intensidad.


saludos.